Desempeño y productividad
Transforma el bajo rendimiento laboral en alta productividad
¿Cómo puedes mejorar tu rendimiento laboral y convertirlo en alta productividad? Te damos algunos consejos este artículo.
Desempeño y productividad
¿Cómo puedes mejorar tu rendimiento laboral y convertirlo en alta productividad? Te damos algunos consejos este artículo.
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Beto Villareal
HR Consultant
2 de marzo, 2023
Sabes que podrías mejorar en el trabajo, pero no sabes cómo hacerlo. A todos nos ha pasado. La verdad es que no siempre podemos rendir al máximo, ¡y no pasa nada! Pero si quieres volver al buen camino, tienes que empezar a actuar. ¿Cómo podrías convertir tu bajo rendimiento laboral en alta productividad?
Es más sencillo de lo que crees y puedes lograrlo con unos pocos cambios. En este artículo, te mostraremos los pasos necesarios para realizar cambios duraderos en tu rendimiento laboral.
Con el enfoque adecuado, puedes convertirte en el mejor trabajador de la oficina, ¡e incluso conseguir ese ascenso que tanto ansías! Empecemos.
El rendimiento laboral es el término utilizado para describir lo bien que un empleado cumple sus obligaciones y responsabilidades.
Un buen rendimiento en el trabajo incluye también enfoques flexibles y creativos para resolver problemas, y el compromiso de ir más allá de lo esperado en el cumplimiento de las tareas.
Entonces, ¿cómo puedes convertir un bajo rendimiento laboral en una alta productividad? Hay que empezar por comprender los factores subyacentes que contribuyen a un bajo rendimiento en el trabajo. Por ejemplo:
Una vez identificados estos factores, puedes empezar a introducir cambios en tu entorno de trabajo y en tus rutinas que te preparen para el éxito. Por ejemplo:
Tomando medidas proactivas, puedes asegurarte de que tu bajo rendimiento laboral se convierta en alta productividad.
Si quieres que tu rendimiento laboral se dispare, el primer paso es establecer una línea de base de dónde estás ahora. Empieza por medir tu rendimiento laboral actual.
Para ello, realiza un seguimiento de tus progresos con respecto a las metas y objetivos predeterminados que se han establecido para el trabajo. Esto puede hacerse mediante auto evaluaciones regulares y revisiones periódicas con supervisores o jefes de equipo.
Revisa tus logros, éxitos y fracasos para identificar puntos débiles, áreas de mejora y cualquier limitación que pueda impedirle alcanzar niveles máximos de rendimiento.
Sé honesto en tu auto evaluación: puede ayudarte a llegar a la raíz de cualquier problema de productividad para que pueda tomar las medidas necesarias para mejorarlo.
Por último, considera la posibilidad de recabar la opinión de las personas de tu entorno que puedan proporcionarte comentarios, como compañeros de trabajo, miembros del equipo, mentores o incluso clientes.
Estos comentarios te proporcionarán información valiosa sobre lo que los demás observan en tu rendimiento laboral, de modo que puedas hacer cambios en consecuencia.
Cuando se trata del rendimiento en el trabajo, hay algunas causas comunes que pueden conducir a un bajo desempeño. El miedo al fracaso, la falta de concentración y unas expectativas poco claras pueden contribuir a disminuir la productividad y la moral.
He aquí algunas de las causas más comunes del bajo rendimiento en el trabajo:
El miedo al fracaso puede ser paralizante e impedirle actuar o alcanzar sus objetivos. Muchas personas evitan probar cosas nuevas por miedo a fracasar o a cometer errores.
Es importante recordar que los errores forman parte del proceso de aprendizaje y, de hecho, son esenciales para el crecimiento personal.
En el mundo actual, es fácil distraerse con la tecnología u otras tareas. Para seguir siendo productivo, es importante establecer límites y limitar las distracciones, como los correos electrónicos y los mensajes de texto, y centrarse en la tarea que tenemos entre manos.
Cuando las personas no están seguras de lo que se espera de ellas, pueden tener dificultades para cumplir sus objetivos o terminar los proyectos a tiempo.
Para garantizar el éxito, es importante que los jefes comuniquen sus expectativas con claridad y proporcionen a los empleados instrucciones detalladas cuando sea necesario. Esto ayudará a los empleados a mantenerse organizados y a ser más productivos en el trabajo.
Si conoces las causas habituales del bajo rendimiento laboral, podrás trabajar para crear un entorno en el que la mejora de la productividad sea la norma y no la excepción.
Puede que no lo sepas, pero el rendimiento laboral es un asunto complejo y polifacético. Hay una serie de factores que pueden influir en tu rendimiento en el trabajo, como la motivación, los niveles de estrés, la actitud y el entorno en el que trabajas.
Un factor que influye en el rendimiento laboral es la motivación. Si te sientes desmotivado, te resultará difícil concentrarte en tus tareas y seguir el ritmo de las exigencias del trabajo.
Para cambiar el bajo rendimiento laboral, es importante encontrar formas de motivarse y desarrollar un plan de acción para abordar esas tareas y cumplir los plazos.
Los altos niveles de estrés también pueden afectar a tu rendimiento laboral, ya que pueden dificultar pensar con claridad y tomar decisiones. Tómate tiempo para controlar tus niveles de estrés haciendo descansos durante el día, haciendo ejercicio con regularidad y asegurándote de que duermes lo suficiente por la noche.
Tu actitud es otro factor clave. Si te sientes negativo o pesimista ante una tarea o un proyecto, te resultará más difícil llevarla a cabo o hacer un buen trabajo.
Para encontrar el equilibrio entre ser positivo y realista, intenta dividir los objetivos en trozos más pequeños y alcanzables para que no te parezcan tan desalentadores.
Por último, no olvides que el entorno también puede afectar a tu productividad en el trabajo. Si tu oficina es ruidosa o está llena de distracciones, eso puede influir en tu capacidad para concentrarte en las tareas a lo largo del día.
Adopta medidas como instalar un espacio de trabajo ergonómico, establecer límites para que tus compañeros te hablen durante las horas en las que «no se habla» y utilizar auriculares con cancelación de ruido si es necesario para aumentar tu productividad.
Admitámoslo, todos queremos rendir bien en nuestro trabajo, pero no siempre ocurre como queremos. Eso no significa que no puedas convertir tu bajo rendimiento laboral en alta productividad. Aquí tienes algunos pasos para empezar:
Es importante fijarse metas y objetivos, para saber exactamente qué tareas hay que realizar en un plazo determinado. Tómete un tiempo para pensar en lo que te gustaría conseguir y divídelo en objetivos más pequeños que pueda alcanzar a diario. Esto te ayudará a mantenerte centrado y motivado.
Tener un plan de acción es clave si quieres mejorar tu rendimiento laboral. Este plan debe incluir los pasos y actividades que debes realizar para completar el trabajo de forma eficiente. Puede que también quieras planificar cuánto tiempo te llevará cada paso y dividir las tareas en partes más pequeñas que sean más manejables.
Trabajar demasiado sin hacer pausas puede reducir la productividad, así que asegúrate de hacer pausas regulares a lo largo del día para mantener la concentración en la tarea.
Respirar profundamente unas cuantas veces puede hacer maravillas, ya que le da a tu mente la oportunidad de volver a centrarse y recargarse antes de abordar la siguiente tarea.
Asegúrate de hacer un seguimiento de tus progresos para poder identificar las áreas en las que debe mejorar o las áreas en las que necesita modificaciones.
Lleva un registro de los logros para poder recordarlos como motivación cuando sea necesario, o como oportunidades de aprendizaje cuando se hayan cometido errores.
¿Buscas una forma de medir y mejorar tu rendimiento laboral? Una encuesta sobre el rendimiento laboral puede ser una buena forma de obtener una opinión sincera de tu trabajo por parte de quienes te rodean.
Las encuestas de rendimiento laboral pueden ayudarle a:
Cuando elabores una encuesta sobre el rendimiento laboral, asegúrate de incluir preguntas sobre todos los aspectos de su trabajo, incluida la dinámica de equipo, el servicio al cliente, la gestión del tiempo y mucho más.
Debes dar suficientes detalles para obtener comentarios útiles y específicos. Además, asegúrate de que las preguntas sean abiertas para que la gente tenga la oportunidad de expresar sus opiniones libremente.
Por último, considera la posibilidad de realizar una encuesta anónima, si es posible, para fomentar la sinceridad.
Mediante la recopilación de información valiosa a través de una encuesta sobre el rendimiento laboral, podrás comprender mejor qué medidas debes tomar para maximizar tu productividad y convertirte en un empleado aún mejor.
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