Teletrabajo
¿En qué consiste el modelo de trabajo híbrido?
Más empresas están adoptando modelos de trabajo híbrido. Éstos combinan horas de trabajo remoto con trabajo presencial en la empresa.
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Más empresas están adoptando modelos de trabajo híbrido. Éstos combinan horas de trabajo remoto con trabajo presencial en la empresa.
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Estrella Ponce de León
HR Consultant
2 de mayo, 2022
Al igual que los consumidores, el talento humano de las organizaciones ha aprendido a hacer su vida más digital. La pandemia que estamos viviendo hizo que tanto las empresas como los trabajadores se adaptaran y adquirieran los conocimientos necesarios para cumplir con sus responsabilidades sin tener que estar presentes en un lugar específico de trabajo.
Con un nuevo panorama laboral, las empresas cuentan hoy con una oportunidad para estar preparadas ante los nuevos retos de crecimiento y para reinventar la manera en que trabajan. Por ello, el modelo de trabajo híbrido ha tomado relevancia a nivel mundial.
En México, la adopción de estos modelos no se queda atrás. Conozcamos las características de este modelo y cómo se está implementando dentro del contexto laboral mexicano.
Se consideran como esquemas de trabajo híbrido aquellos que combinan horas de trabajo remoto con trabajo presencial en un punto definido por la empresa. Generalmente, estas horas se dividen por día, de manera que algunos días el trabajador asiste a la oficina, y en otros labora bajo el teletrabajo.
Este modelo semipresencial aporta facilidades tanto a empleadores como a trabajadores. Lo importante para que el modelo funcione es establecer correctamente las reglas del juego en cuanto a: controles de horario, control de asistencia a la oficina, flexibilidad y escalonamiento de la presencia física, espacios y recursos para facilitar la colaboración.
Las empresas que han adoptado este esquema de trabajo híbrido reportan que la productividad laboral ha aumentado, mientras que algunos gastos administrativos se han reducido (gastos de limpieza, movilidad y energía entre otros). Además, las organizaciones se vuelven más atractivas para atraer al talento millennial y centennial.
Las personas por su parte ganan tiempo al evitar traslados a la oficina, comodidad para realizar diferentes actividades, pueden vestirse de manera casual y también generan ahorros al disminuir gastos en transporte o gastos hormiga como dulces, café y otros alimentos.
Las empresas en México empiezan a sumarse a la tendencia global que impulsa las modalidades semipresenciales para trabajar. Uno de los formatos de trabajo híbrido más popular es el «3-2-2» (tres días en oficina, dos fuera del lugar de trabajo y dos de descanso).
No todas las áreas son candidatas a emplear la modalidad de trabajo híbrido. Las más aptas son aquellas donde no se requiere tanto el contacto físico para desempeñar sus actividades y que tienen un número considerable de puestos. Áreas como finanzas, contabilidad, recursos humanos y administración son de las más beneficiadas, mientras que las áreas de operaciones y comerciales son las menos consideradas.
Las autoridades mexicanas han querido apoyar a los trabajadores que realizan home office, modificando el artículo 311 de la Ley Federal de Trabajo. Entre los puntos que se mencionan en dicha ley podemos citar:
Para cumplir con las disposiciones de esta ley, las empresas deben registrar cada insumo que le brindan a sus colaboradores. Asimismo, deberán de contar con sistemas de comunicación y/o software especializado para facilitar el trabajo a distancia.
En una encuesta realizada por PWC en agosto del 2021, el 19% de los trabajadores respondieron que preferían trabajar de forma remota. Otro 22% preferiría estar la mayor parte del tiempo en su lugar de trabajo. Mientras que un 37% de los encuestados estarían de acuerdo con un modelo de trabajo híbrido.
Julian Ignacio Tur ha desarrollado una sólida carrera en el ámbito de Recursos Humanos, con una destacada trayectoria en roles que abarcan desde la adquisición de talento hasta la gestión integral de recursos humanos.
Su experiencia de más de 10 años abarca tanto el manejo de relaciones laborales como la coordinación de beneficios y programas de desarrollo profesional, contribuyendo al fortalecimiento de la gestión de personas en cada organización donde ha trabajado.