Desempeño y productividad
¿Qué causales pueden provocar baja productividad laboral?
México es un país con muy baja productividad laboral. Analicemos las soluciones en las empresas para mejorar el rendimiento de los colaboradores.
Desempeño y productividad
México es un país con muy baja productividad laboral. Analicemos las soluciones en las empresas para mejorar el rendimiento de los colaboradores.
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Juan Carlos Puerta
HR Consultant
16 de agosto, 2022
México es uno de los países donde más se presenta baja productividad laboral de toda Latinoamérica. Veamos el dato de un índice que presenta la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Por mencionar alguno, México es de los países donde un trabajador pasa más tiempo en su centro de trabajo. La jornada anual promedio de un mexicano es de 2,124 horas, incluyendo ya un descenso del 10% en la cantidad de horas que se tuvo derivado de la pandemia.
Sin embargo, ese tiempo no es del todo productivo. Nuestro Producto Interno Bruto (PIB) por hora trabajada es de menos de $98 USD. Este dato está muy por abajo del promedio de los miembros de la OCDE de $107.90.
Por ello, creemos importante hablar de las causas que ocasionan que los indicadores de productividad en nuestro país sean bajos. Y más importante aún es analizar las soluciones que se podrían implementar en las empresas para mejorar el rendimiento laboral de las personas y las empresas.
Consideremos que la productividad es una relación entre los resultados obtenidos y los recursos que se emplean para obtenerlos.
Visto así, un equipo o una persona no es productiva cuando no llega a cumplir los objetivos de producción establecidos. Pero también cuando emplea una mayor cantidad de recursos para lograrlo. En ambos escenarios no se consigue la rentabilidad esperada por parte de la empresa.
El problema se genera cuando se confunde la productividad con una mayor carga de trabajo. Muchas empresas en México aplican al aumento de las jornadas laborales para lograr producir más, pero lo que provocan es todo lo contrario.
La solución está en conseguir optimizar el tiempo y los recursos, evitando que los colaboradores se saturen de trabajo y lleguen a un punto de burnout.
¿Cómo saber si tu empresa tiene un problema de baja productividad laboral? Esto lo puedes notar inmediatamente si cuentas con indicadores de negocio o KPI’s (Key Performance Indicator) que te permitan detectar cómo se están comportando los resultados de tu organización.
Un indicador que debes llevar es el ingreso generado por empleado. Es similar al PIB per capita, nada más que traducido a los indicadores de la empresa.
De esta manera, podrás medir el resultado neto dividido entre la cantidad de miembros de tu equipo. Esto te dará una idea de la rentabilidad que tiene tu nómina. Es claro que si este indicador empieza a reducirse, podrás saber que estás ante un problema de baja productividad.
Así como este, puedes revisar otros indicadores que te dirán si hay baja productividad. Otros ejemplos pueden ser:
Inclusive, cuando se incrementan las quejas (o se disminuye la satisfacción del cliente) es posible que te encuentres ante problemas de baja productividad.
Pero no sólo los números te van a dar indicios del problema. Trabajadores desmotivados, que no disfrutan su trabajo, que les pesa ir a trabajar son también signos de que algo no va bien en la rendimiento laboral de tu empresa.
Para poder proponer soluciones al problema de la baja productividad laboral, primero de sebe hacer un análisis de las causas. Sólo así podremos identificar los errores que se están cometiendo y que están desencadenando la situación.
Las causas pueden ser de carácter administrativo o por resultados de equipos poco eficientes. Otros factores que influyen son la falta de profesionalidad de la dirección o de la misma administración del personal.
Por ello, debemos saber en cada caso en particular, qué factores están influyendo para saber atacarlos posteriormente. Algunos de los errores que pueden causar un bajo rendimiento laboral son:
Al establecer objetivos demasiado ambiciosos, se puede perder una pérdida en la calidad de trabajo y la posibilidad de cometer un mayor número de errores.
Esto también se presenta cuando no se tienen todas las herramientas y el tiempo para alcanzar las metas o cuando se satura a las personas de carga de trabajo.
Cuando existe descoordinación entre los diferentes departamentos, falta de comunicación interna, exceso de manejo de información privilegiada o simplemente las personas no se saben comunicar, el trabajo y el tiempo a dedicarle a un proceso se incrementará.
Cuando no hay una guía clara de hacia dónde se deben dirigir las personas y los equipos, se genera sensación de incertidumbre y desconfianza, que se traduce en miedo para ejecutar o falta de instrucción para hacerlo.
En este punto podemos encontrar muchos factores. Algunos ejemplos serían:
Otro punto importante es el rechazo a la tecnología y a la digitalización. Muchas veces puede deberse a una cultura de poca inversión, pero también a falta de conocimiento o a miedo a la implementación o a lo desconocido.
Podríamos dar respuestas muy sencillas para resolver las causas mencionadas para mejorar los indicadores de productividad.
Si el problema es una falta de actualización del personal: ¡capacita! Si el problema es falta de herramientas tecnológicas: ¡invierte! Pero las soluciones deben ir un poco más allá o no tendremos el resultado esperado en la productividad y satisfacción laboral.
Si observamos la problemática desde un punto de vista más amplio, las causas mencionadas tienen que ver con el personal, y la necesidad básica de los trabajadores se traduce en bienestar laboral.
La satisfacción laboral no sólo es una de las garantías del bienestar laboral de los colaboradores, sino que también repercute en la productividad y en el rendimiento laboral. Un trabajador contento rendirá más y estará más comprometido con la empresa, mientras que uno que no lo esté generará todo lo contrario.
Así es que los departamentos de Recursos Humanos influyen mucho al querer incrementar el rendimiento laboral.
Mejorar el clima laboral, trabajar en una cultura organizacional que proponga valores claros y detone el orgullo por pertenecer a la empresa son elementos que van a fortificar los indicadores de productividad.
También el cuidado de contratar o promover a las personas en los lugares adecuados, o permitir el desarrollo y el crecimiento profesional son elementos que ayudan en esta tarea.
Como podemos ver, mejorar los niveles de productividad laboral no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Todo lo que se requiere es un buen análisis de las causas y proponer soluciones que vayan complementadas con otras que influyan directamente en la satisfacción laboral de los trabajadores.
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Orientada al cliente tanto interno como externo, especializada en la definición e implantación de las políticas de RRHH y en la gestión, selección y retención del talento.
Capacidad de liderazgo, comunicación, negociación, organización y coordinación de equipos. Experiencia de más de 12 años en Recursos Humanos.