Gestión de tareas y proyectos
Qué es Moonshot Thinking y cuál es su importancia en la innovación
El Moonshot Thinking trabaja sobre la innovación y aporta soluciones impresionantes. Te explicamos cómo funciona y cómo aplicarlo.
Gestión de tareas y proyectos
El Moonshot Thinking trabaja sobre la innovación y aporta soluciones impresionantes. Te explicamos cómo funciona y cómo aplicarlo.
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Alejandro Peña
HR Consultant
16 de enero, 2023
Imagina que vives en los años 60 y que para transportarte de una ciudad a otra puedes demorarte días viajando en tren. Además, las computadoras pesan toneladas y el almacenamiento de datos se hace a través de una cinta magnética de 700 metros de extensión.
Ahora piensa que en esta realidad un presidente le promete al mundo que mandará al hombre a la luna. ¿Qué tan probable sería esta proeza?
Pues ocho años después, 600 millones de personas verían en sus televisores al Apolo 11 llegar con los primeros hombres a la Luna. Esta es la historia que inspira la teoría-metodología moonshot thinking. Increíble, ¿no?
El moonshot thinking es una forma de enfrentar grandes problemas sin respuesta. Planteando siempre proyectos que aborden soluciones innovadoras y disruptivas que pueden llevarnos al éxito.
En su traducción más literal significa el pensamiento de apuntar a la luna. En las tendencias de la gestión de tareas new age se resumiría en una sola frase:
Si lo puedes soñar, lo puedes lograr.
Walt Disney
La promesa del presidente John F. Kennedy logró que la tecnología se desarrollara de forma acelerada. Tanto que las computadoras llegaron a pesar solo 145 kilogramos y se incorporaron al programa lunar de la NASA. ¿Te imaginas la gestión del personal tan potente que esto implicó?
El planteamiento de un problema que para muchos no tenía solución, se convirtió en un reto para 4.000 científicos encargados de hacer realidad este proyecto.
En la actualidad podríamos ver al moonshot thinking como un target u objetivo al cual queremos llegar tomando riesgos y saliendo de las opciones usuales.
La incertidumbre es la clave en estos procesos, que solo aseguran mejores resultados de los que se conseguirían al ir por el camino habitual.
Lo más probable es que muchos de estos experimentos o decisiones e hipótesis fracasen, o no lleguen a buen puerto. Sin embargo, cualquier avance obtenido abrirá la mente a nuevas posibilidades de avance para la empresa. Incluso, podría cambiar la vida de nuestros colaboradores. Claro, si ha manejado una buena estrategia de gestión del talento humano.
Los avances tecnológicos que fueron necesarios para el viaje a la luna sirvieron para mejorar la calidad de vida de toda la humanidad. Como ejemplos tenemos las mantas espaciales, que se utilizan en las brigadas de emergencias. También los hospitales o la construcción de viviendas para lograr un aislamiento térmico.
Incluso lograron deshidratar los alimentos para que ocupen menos espacio. El material de las botas lunares se usó para dar mayor resistencia a las zapatillas regulares. Además, se dio la creación de los purificadores de agua que ahora usamos en nuestras cocinas.
En la actualidad, ya encontramos algunos negocios que trabajan en el campo del sector turístico. Su objetivo es llevar a los viajeros a conocer el espacio exterior.
Por ejemplo, Blue Origin de Jeff Bezos, o Virgin Galactic de Sir Richard Branson, que permiten al usuario diligenciar sus datos para reservar futuros viajes espaciales. O conocer más sobre la experiencia que están desarrollando.
El moonshot thinking nos invita a proponer grandes retos, así en un principio creamos que no tienen sentido. Nos invita a apostar por lo que no llegamos a imaginar y a hacer las cosas como no se han hecho antes. Para ello, convendría que los equipos hubieran pasado por metodologías potentes, como coaching ontológico.
La innovación disruptiva se traduce en ese invento o idea que no pensamos que necesitábamos o que no creíamos que pudiera existir.
Nos ubica en una situación que nos saca de lo cómodo, de los límites mentales que nos hemos puesto y hace que activemos la creatividad. Nos exige que vayamos más allá de lo que existe.
Aplicar el pensamiento de moonshot thinking implica enfrentarnos ante el fracaso, sin miedo. Incluso a celebrar con alegría los tropiezos y estar abiertos a comenzar un proceso de aprendizaje a través de ejercicios de creación constantes.
En este punto ya tenemos claro de qué se trata el método de innovación disruptiva moonshot thinking, pero ¿lo podemos utilizar en nuestra organización?
Si la cultura organizacional y el modelo de gestión de tu institución se identifica con los valores expuestos en los párrafos anteriores, entonces ¡este es el modelo ideal para ti!
¿Tu empresa busca procesos innovadores, quiere marcar tendencias, ofrecer nuevos servicios e incursionar en canales novedosos incorporando modelos propios de gestión? Entonces quizás estás listo para trabajar con el concepto de innovación disruptiva.
Seguro estás pensando que el moonshot thinking es solo para grandes empresas que tienen un presupuesto destinado a la innovación. Pero, la realidad es que todos los emprendimientos deben incluir desde su concepción a la tecnología, para adecuarse a las necesidades del futuro.
Si comenzamos a explorar este campo podremos anticiparnos a la competencia, enfocándonos en las necesidades que tendrá nuestro cliente en una realidad próxima.
Algunos de los principios para seleccionar al equipo ideal para un proyecto moonshot thinking ya han sido definidos. Lo hizo Peter H. Diamandis, pionero en el campo de la innovación y director ejecutivo de X Prize Foundation. Veamos cuáles son:
El liderazgo de estos equipos debe ser el de una persona capaz de mirar al futuro, imaginar grandes ideas y tomar decisiones arriesgadas. Este líder le dará prioridad a la innovación y convertirá esas ideas en una realidad.
Siempre, con el fin de lograr los mayores beneficios para cada miembro del equipo y la empresa a la cual representan.
Veamos la secuencia de pasos de este tipo de metodología:
Esta metodología es particular ya que propone iniciar pensando en el objetivo que se quiere alcanza. Luego evaluará el plan de acción para lograrlo.
Recuerda que debemos ser ambiciosos a la hora de pensar en el objetivo que queremos lograr, y siempre tener en cuenta que hay muchas posibilidades de fracasar. Pero, lo importante es el proceso de aprendizaje que estos casos nos dejan.
Incluir dentro del equipo de trabajo del proyecto a profesionales que representen las diferentes áreas de tu empresa permitirá que las ideas se aborden desde diferentes ángulos o puntos de vista.
Nos dará la oportunidad de controvertir, refutar o contrastar las propuestas. Y así generar resultados más poderosos y con menos puntos de quiebre. En total, esto reducirá las posibilidades de fracaso de cada iniciativa.
Si estamos liderando un proyecto moonshot thinking debemos pensar en opciones que propicien la libertad creativa, sin barreras.
Podemos comenzar proponiendo un espacio de trabajo físico adecuado para el encuentro del equipo que incluya:
Debemos crear un espacio seguro, en donde cada participante pueda expresarse sin temor a la crítica o censura de sus pares. De esta forma lograremos incrementar el número de propuestas que pueden llegar a convertirse en proyectos exitosos.
Antes de empezar cualquier proyecto la empresa u organización debe realizar un estudio de riesgos. Asimismo evaluar las capacidades financieras que respalden la inversión de recursos, tanto económicos como humanos y técnicos. Se debe contemplar la «perdida» de los mismos.
No olvidemos que este proyecto puede llevarnos a la luna, pero que llegar allá puede llegar a ser bastante caro.
El profesor Ivan Bofarull ha diseñado y enseñado programas de innovación disruptiva para empresas y emprendedores.
Propone que para diseñar un modelo así para tu empresa debes utilizar el moonshot thinking como catalizador. También plantea tres fases para anticiparnos, diferenciarnos y ser pioneros de la innovación.
Es el momento de recabar datos, investigar y analizar el modelo de negocio. No podemos saber cómo será el futuro, pero esta información nos ayudará a dar un pronóstico cercano.
Aquí comenzamos a accionar nuestras ideas, nos diferenciamos de la competencia, marcamos la pauta que nos identifica como idea novedosa y nos impulsa más allá de los demás.
La última etapa nos dará límites y planteará los avances logrados. En este punto nos identificamos como líderes del área de nuestro proyecto.
Esta es una gran oportunidad para ubicar a nuestra empresa, idea o emprendimiento, como pionera en la innovación de nuestros rubros. Pero además, el moonshot thinking ayudará a mejorar los índices de rendimiento de nuestros equipos de trabajo.
Las personas que participan de los proyectos moonshot tienen mayor confianza en sus ideas, le temen menos al error y se arriesgan más a probar nuevas alternativas de acción.
La posibilidad de soñar con nuevos futuros genera en los colaboradores una actitud proactiva y positiva. Esta se irradia a los demás colegas, generando de esta forma mayor productividad.
Los resultados pueden no ser los esperados en un principio, pero seguro abrirán nuevos caminos y darán respuestas a preguntas que no sabíamos que teníamos. ¿Te arriesgas a probar el moonshot thinking?
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