Gestión de equipos
Liderazgo transaccional: qué es y en qué tipos de empresas se usa
El liderazgo transaccional es útil en determinados momentos de la empresa. Te explicamos cuándo aplicar el liderazgo transaccional y cómo.
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El liderazgo transaccional es útil en determinados momentos de la empresa. Te explicamos cuándo aplicar el liderazgo transaccional y cómo.
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Juan Carlos Puerta
HR Consultant
4 de julio, 2024
¿Alguna vez has escuchado sobre el liderazgo transaccional?
Sabemos que en general el liderazgo es un tema fascinante. Somos líderes en nuestro círculo social, en nuestra familia o hasta en la pista de baile, marcando los pasos que otros siguen.
No tenemos una definición exacta de quién o qué nos hace líderes. Pero sí que somos capaces de reconocerlos a metros.
Esta cualidad, tan humana y poderosa, ayuda a diferenciar quiénes ejercen una atracción en los demás. Desde su visión del futuro, el carisma, el poder de comunicación y convicción impactan y transforman vidas y sociedades completas.
Si observamos las biografías de los líderes a lo largo de la historia, podemos comprobar cómo han ido creciendo y evolucionando, hasta convertirse en referentes.
De la misma manera, se forman y educan los líderes del hoy en las empresas. Y ante este fenómeno, los estilos de liderazgo varían de una empresa a otra. De hecho, un estilo que está en tendencia es el liderazgo transaccional, por su reconocimiento y motivación.
Hoy te enseñaremos, con ejemplos empresariales, de qué trata el liderazgo transaccional, a la luz de otras formas de ser líderes.
Sin embargo, estas tendencias que conoceremos hoy deberás analizarla con lupa. Y más, si lo que quieres es adoptar otro estilo de liderazgo para tu compañía. Uno que priorice la gestión del personal.
El liderazgo transaccional es un estilo que se centra en el orden, la estructura y la planificación orientada a la consecución de los objetivos.
Este apela al interés propio de cada miembro del equipo. Los motiva a trabajar bien para recibir beneficios o recompensas. Y esto genera un buen clima laboral.
Aquí aparece el típico líder que comunica los objetivos del equipo e inspira con intensidad a todos los miembros del equipo: ¡Tú puedes, colega, la empresa está en tus manos!
Pero, este ejercicio de liderazgo puede afectar a los trabajadores que no están comprometidos con la consecución del objetivo común. A través del sistema de castigos se decanta quiénes trabajan en pro de la empresa.
Entonces, en el liderazgo transaccional es clave la motivación económica o moral de los empleados para alcanzar una meta concreta.
¿Cómo? Recompensando a quienes se esfuerzan en ello. Y, en contrapartida, no promocionando a quienes no se alinean con los objetivos empresariales.
Para comprender mejor este estilo en tendencia, es necesario identificar los tipos de empresas que aplican el liderazgo transaccional.
Para iniciar, es importante identificar qué objetivos ha trazado tu empresa y de qué manera se gestionan con el personal humano. Checa si esto ya lo tienes claro. Si no, ojo al dato. Por cierto, contar con una base de datos de empleados actualizada es fundamental.
Las empresas que anteponen en su gestión el bienestar de los empleados son aquellas que destacan entre el liderazgo transaccional. Ya que aplican la motivación extrínseca y las recompensas supeditadas a algún mérito.
Como cuando eres reconocido como el mejor vendedor con un bono monetario o un artículo de la compañía.
Es clave identificar que los tipos de empresas que aplican este tipo de liderazgo estarán ligados a la consecución de objetivos a corto plazo. Cuentan con poco tiempo para gestionar las tareas o requieren finalizar tareas de manera urgente. A continuación, algunos ejemplos:
Te preguntarás: ¿será mejor dar recompensas y motivar a mis empleados? O, ¿será que los dejo fluir y permito que sus ideas creativas direccionen los objetivos de la empresa?
Bueno, la respuesta no es tan sencilla como decir sí o no. Para resolver este interrogante es clave revisar el estilo transaccional y adaptativo a través de un ejemplo de caso.
Pensemos en la gran y reconocida empresa McDonald’s. Esta organización premia al mejor trabajador del mes. Este recibe el título “Empleado del mes”, acompañado de un reconocimiento en una placa y un incentivo económico. Es un claro ejemplo de liderazgo transaccional.
De esta manera, podemos ver que la empresa tiene un enfoque transaccional, ya que el objetivo está centrado en la alta productividad. Quien tiene un desempeño óptimo en el desarrollo de sus funciones, le permite a la empresa lograr el objetivo. Al mismo tiempo que optimiza el gasto de recursos.
Esto provoca que la motivación por cumplir las tareas cortas active su productividad y se de una recompensa. Es así que el éxito de un empleado, es medido de forma fácil por el empleador.
En contraste con la anterior empresa, pensemos ahora en Apple. Ellos buscan como pilares del negocio la excelencia, la creatividad, la innovación, la confidencialidad y la combatividad moderada.
Con estas ideas en mente, no basta el cumplir unas metas para la empresa. Se necesita de un talento humano que sea creativo e innovador. Un trabajador al cual se le permite participar y crear desde su responsabilidad, como parte de la empresa y no como un subordinado.
Es muy probable que se enfoquen más en estilos como el coaching ontológico o el design thinking, entre otros.
Entonces, las dos empresas, McDonald’s y Apple manejan el contraste del estilo transaccional y el estilo adaptativo. Por lo que es importante clarificar que desde la perspectiva transaccional existen ventajas como:
Del mismo modo, el estilo adaptativo se aventaja de:
A simple vista es complejo identificar que aunque los dos estilos son diferentes, tienen puntos de intersección. Estos serían claves a la hora de evaluar qué líder queremos en nuestras empresas.
Por lo anterior, más que hacer un versus, este ejercicio nos invita a vislumbrar qué beneficios o perjuicio tendría casarnos con un solo estilo de liderazgo.
Validemos ahora si las cualidades de los líderes son cruciales para la empresa.
Así como lo plantea el estilo de liderazgo transformacional, se trata de un estilo que se centra en la forma carismática del líder. Quien actúa causando un cambio en la actitud y los valores de sus subordinados.
De acuerdo con este estilo, mantener una comunicación constante y fluida con los colaboradores beneficia las relaciones laborales, para cumplir con los objetivos compartidos. Esto permite generar más empatía y llevar a cabo las estrategias con mayores probabilidades de éxito.
Las mejores empresas varían sus estilos de liderazgo dependiendo de cada situación particular, de los trabajadores y de las necesidades concretas que surgen en el desarrollo de un proyecto.
Todos los miembros del equipo son diferentes, lo que significa que responderán a estilos o situaciones distintas. Como líder, lo mejor que puedes hacer es identificar las motivaciones más efectivas para cada miembro de la empresa, y usarlos para brindarles apoyo.
Aun así, apunta a aplicar el liderazgo transaccional con mesura. Este estilo de liderazgo tiende a ser menos creativo y flexible que otros estilos, como el de liderazgo transformacional. Pero el liderazgo transaccional puede aportar claridad al equipo y orientación centrada en los objetivos.
La implementación de este estilo de liderazgo de maneras estructuradas puede ayudarte a guiar mejor al equipo hacia el éxito.
En definitiva, el liderazgo transaccional es adecuado para determinados momentos en la empresa, si se quiere lograr un crecimiento rápido.
Pero se debe combinar con otros tipos de liderazgo, que fomenten una relación más cercana entre el líder y su equipo y un buen ambiente laboral a largo plazo.
Recursos como las encuestas laborales te pueden resultar muy útiles para conocer cuál es la percepción del equipo sobre el liderazgo.
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Profesional de 𝐇𝐑 con experiencia dedicado a fomentar 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐥𝐚𝐛𝐨𝐫𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬 fuertes entre líderes de RRHH. Como fundador del 𝐇𝐑 𝐂𝐥𝐮𝐛 y la 𝐇𝐑 𝐂𝐨𝐦𝐦𝐮𝐧𝐢𝐭𝐲, utilizo mis más de 15 años de experiencia para mejorar el panorama profesional de los líderes de RRHH.