Gestión de equipos
¿Qué es ser un buen trabajador y cómo mejorar a tus empleados?
Veamos qué significa ser un buen trabajador, cuales son sus características y cómo puedes ayudar a tus empleados a ser mejores.
Gestión de equipos
Veamos qué significa ser un buen trabajador, cuales son sus características y cómo puedes ayudar a tus empleados a ser mejores.
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Alejandro Peña
HR Consultant
2 de enero, 2023
Ser un buen trabajador amplía las oportunidades de éxito en tu carrera de una manera que no imaginas. Aunque la mayoría de personas son conscientes de que deben ser productivos para avanzar en sus carreras, no siempre tienen claro lo que significa ser un buen trabajador.
Por lo general, los empleados tienen habilidades y son capaces de realizar su trabajo. De lo contrario no hubieran sido contratados. Sin embargo, algunos van más allá de sus responsabilidades básicas en su trabajo.
Un buen trabajador muestra cualidades excepcionales que lo hacen destacar entre sus compañeros. No obstante, como empleador, puedes implementar medidas que ayudan a mejorar a tus empleados. Esto va muy relacionado con buena gestión de personal.
Un buen trabajador es aquella persona en quien sus superiores pueden confiar para realizar un buen trabajo, que se alinea hacia los objetivos de la organización.
Además de su desempeño, un buen trabajador trata con respeto a sus jefes y compañeros. Asimismo, promueve una cultura de trabajo sana y motiva a sus compañeros para que destaquen.
Estas son las principales cualidades que tiene un buen trabajador.
No basta que el empleado sepa liderar un equipo. Por consiguiente, un buen trabajador tiene la habilidad para integrarse, interactuar y colaborar con los demás.
Un buen trabajador mantiene buena comunicación con los demás. Se trata de una habilidad esencial del trabajo en equipo que favorece la participación asertiva, para ayudar en la empresa.
Pero, además de comunicar, el buen trabajador sabe hablar con los jefes inmediatos y gerentes. Asimismo, sabe identificar el momento apropiado para alardear de los resultados y cualidades propias.
No basta con comunicarse bien. Es fundamental ser seguros al momento de hablar ante un grupo de personas. Es tanto, que un acto tan simple como defender una idea de un compañero o colega es suficiente para causar una impresión duradera.
Como jefe, asegúrate de medir tus estrategias comunicativas dentro de la empresa. Es importante que haya una buena comunicación interna para generar más transparencia y confianza con tus colaboradores
Una característica que resalta en un buen trabajador es su constante interés por aprender sobre conceptos relacionados con la industria. Además, es alguien que promueve la participación de la empresa en conferencias.
Estas cualidades en los empleados son cruciales para hacer que la organización mantenga su relevancia en el mundo de los negocios.
Para una empresa es importante contar con empleados que siempre están trabajando por mejorar sus habilidades. Al fin de cuentas, el éxito del negocio depende de las capacidades del personal.
Un buen trabajador es honesto y contribuye a una cultura empresarial abierta. Además se convierte en un gran activo por su determinación de ser transparente y no sentir miedo de enfrentar determinadas circunstancias.
Asimismo, es capaz de ver un panorama general. Esta cualidad despierta la admiración de sus compañeros de trabajo, pues saben que de su parte siempre tendrán una respuesta honesta cuando interactúen con él.
Por lo anterior, es clave que en una buena buena gestión de Recursos Humanos se identifique a este tipo de colaboradores. ¿Por qué? Porque son muy valiosos para la organización.
Una persona que se adapte al cambio es alguien que sin duda vas a querer tener en tu equipo. Pues se trata de una empleado capaz de resolver problemas e identificar oportunidades en momentos difíciles.
Los trabajadores no son ascendidos en las empresas por estar sentados esperando que algo pase y que les digan qué deben hacer. Al contrario, un buen trabajador se ofrece para liderar proyectos o ser mentor para el nuevo talento que se incorpora a la organización.
Si tienes un colaborador con esta característica, en el momento que necesites un líder puedes estar seguro de que esta persona estará lista para asumir dicha responsabilidad.
Llegar a tiempo es una muestra de respeto tanto hacia a la empresa como hacia los compañeros. Y es que un buen trabajador no es puntual porque sea una obligación, sino porque es serio y se preocupa por lo que debe hacer. Por eso, siempre tiene controlado su contador de horas de trabajo.
Por otro lado, cuando hay que esperar a las personas en las reuniones, ese tiempo son minutos desperdiciados que se van acumulando y se convierten en un costo grande para la organización.
Para tu equipo de trabajo necesitas personas que miran sus propios logros y no se comparan con los demás. Un buen trabajador, en vez de compararse, se preocupa por continuar mejorando cada día.
Esta es una cualidad muy importante de un buen trabajador. La razón es que sabe recibir comentarios. Además, entiende que no se trata de algo personal sino que es algo constructivo.
Es bueno tener en el equipo de trabajo empleados que se desempeñan bien bajo presión. Sin embargo, como jefe debes asegurarte de no aplicar demasiada presión a tus colaboradores, pues podrías obtener un efecto negativo en el bienestar de ellos y del negocio.
Estas son algunas de las expectativas con respecto a un buen trabajador:
De la organización también depende que el trabajador sea cada vez mejor. Y no solo el trabajador común sino también los mánagers. En este punto entran en juego metodologías valiosas, como el coaching ontológico. Por eso, veamos algunas tácticas útiles.
La comunicación abierta y honesta conlleva a un ambiente de trabajo feliz y productivo. Comienza por explicar a tu empleado la visión, los objetivos y planes de tu empresa.
Es importante que haya reuniones presenciales. Pero además de eso, también puedes compartir información por medio de un boletín informativo, impreso o electrónico. Según Harvard Business Review, por medio de una comunicación activa se logra definir mejor el rol del empleado.
Durante todo el año debes brindar a tu empleado retroalimentación significativa que ayude a fortalecer su compromiso. En caso de una retroalimentación negativa, la debes hacer de una manera justa y expresarte con cuidado sin llegar a quejas vagas.
Otra acción que fortalece el compromiso de tus empleados son los incentivos, bien sea por cumplir objetivos o por contribuir a la innovación del negocio.
Como jefe no puedes hacerlo todo. Por eso es importante que confíes a tu empleado responsabilidades y le des espacio para que haga su trabajo. De esa manera él asume tareas de mayor valor y siente aprecio por poder contribuir al éxito del negocio.
Una buena gestión de Recursos Humanos incluye fomentar el respeto a la diversidad y evitar que una situación se salga de control. Los conflictos entre el personal de trabajo afectan la productividad, la retención del personal y también el servicio al cliente.
A veces tus empleados necesitan un trabajo más flexible, bien sea porque tienen familiares mayores o hijos que deben cuidar.
Es evidente que tus superiores no ocupan el cargo donde están por arte de magia. Para llegar hasta donde están hicieron cosas que los guiaron hacia ese destino.
Puedes tomar como modelo a tu jefe, para seguir adelante con tus objetivos y avanzar en tu desarrollo profesional.
Todos sabemos cuán valioso es el tiempo de una persona. En este caso, además de la jornada laboral, tener tiempo disponible para tu jefe y los eventos de trabajo, sin duda te convierte en una persona de mayor confianza.
Hay momentos en que es complicado el trabajo en equipo, puesto que cada persona tiene su propio ritmo y manera de pensar o hacer las cosas. Por lo tanto, el trabajo en equipo es un arte que debes aprender, pues te aporta grandes beneficios como empleado.
Los mejores empleados no se quedan esperando a que la empresa donde trabajan de repente les proponga un nuevo cargo. Pues esto tal vez nunca ocurra.
Por lo tanto, se mantienen activos para avanzar en sus carreras y crecer dentro de la organización.
No se trata de adquirir un aprendizaje sin propósitos, sino de conocer mejor a tu equipo de trabajo. Y, sobre todo, el rubro en el que te desempeñas en la empresa.
De esta manera, entre mejor dominio tengas en áreas relacionadas con tu trabajo, más relevante serás entre tus compañeros de trabajo.
No esperes a que te asignen alguna tarea o te digan qué debes hacer, adelántate y toma la iniciativa en los proyectos y también atrévete a hacer propuestas. Sin embargo, ten cuidado de hacerlo en el momento y en el entorno adecuado.
No sólo se trata de presentarse todos los días al trabajo y hacer las cosas como se deben hacer.
También es bueno que desarrolles más empatía y sentido de pertenencia hacia la empresa en la que trabajas. De ese modo te vas a sentir más motivado a dar lo mejor de ti en cada tarea que realices.
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Profesional de 𝐇𝐑 con experiencia dedicado a fomentar 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐥𝐚𝐛𝐨𝐫𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬 fuertes entre líderes de RRHH. Como fundador del 𝐇𝐑 𝐂𝐥𝐮𝐛 y la 𝐇𝐑 𝐂𝐨𝐦𝐦𝐮𝐧𝐢𝐭𝐲, utilizo mis más de 15 años de experiencia para mejorar el panorama profesional de los líderes de RRHH.